Los nervios empiezan a recorrer mi cuerpo cuando apenas falta un mes para partir. Aún recuerdo el día que estaba en la cola esperando para renovar mi pasaporte hará ya casi 3 meses. Y, en ese instante, aunque pensé en el viaje y sentí una especie de leve cosquilleo, todavía me parecía un poco increíble, algo que sabes que va a pasar pero de lo que no eres del todo consciente.... Pero ahora, en este momento, que ha pasado más rápido de lo que me imaginaba, ya estamos inmersos en los preparativos necesarios antes de partir, ya que, aunque en la medida de lo posible es un viaje " a la aventura" hay ciertas cosas sin las que no nos podemos ir.
El destino estaba claro desde el principio: Asia. El recorrido previsto el siguiente: vuelo Madrid-Moscú, desde donde comenzaremos nuestro viaje en tren para realizar la ruta transmongoliana, donde después de recorrer miles de kilómetros por tierra llegaremos desde Europa hasta China atravesando Rusia y Mongolia.
Creo que es una buena forma de comenzar, ya que muchas veces nos centramos tanto en el destino, en llegar, que nos olvidamos de la esencia de viajar, de disfrutar del viaje en sí... Desde aquí la idea es atravesar China de norte a sur para llegar al sudeste asiático (Laos, Camboya, Vietnam, Thailandia, Indonesia...) desde donde a continuación viajaremos a India para cruzar Nepal y llegar y finalizar el viaje en el techo del mundo, el Tibet, lugar que sin haber pisado ya me fascina.
En otra entrada explicare cuales son los preparativos necesarios para hacer un viaje de este tipo, por si a alguien le pudiese ser de utilidad. Y que aunque en un principio puede parecer un poco "rollo", forma parte del encanto de viajar.
