Dejamos la habitación de nuestro hotel
de Darjeeling muy temprano, a eso de las 7 de la mañana. Nos espera
un largo camino para llegar al que queremos sea nuestro próximo
destino Kathmandu, capital de Nepal.
Días atrás, y mas de pura casualidad
que por otro motivo, me tope navegando por internet con alguna
noticia que hablaba de manifestaciones y huelgas generales en Nepal,
de hecho, había una convocada para el mismo día en que viajábamos.
En varios foros, españoles hablaba de la situación, y confiando que
en lo que ponía, que seguro que no seria para tanto y que habría al
menos autobuses turísticos, nos aventuramos a la carretera.
Un jeep, 3 horas más tarde, y ya
empezando prontito, con el culo destrozado de los baches, nos dejo en
Siliguri. Aquí nos dirigimos inmediatamente a un stand de jeeps
compartidos que hay para ir a la frontera. Cuando llegamos, ademas de
regatear un poco el precio para ir, los taxistas nos empezaron a
decir que si las carreteras estaban completamente cortadas, que no
había autobuses..... tras dudarlo un poco, decidimos verlo por
nosotros mismos (seguro que no era para tanto, nos decíamos).
No llegaba nadie más con quien
compartir un jeep o un coche, así que impacientes por llegar y ver
que sucedía, emprendimos el camino en un taxi hasta allí.
Llegamos, la salida de India fue muy
sencilla, un sellito y listo (ningún aviso de emergencia, ninguna
mención a la huelga, bien!. Acabado esto, hay que cruzar un puente
que te lleva a Kakarbhitta, la ciudad nepali fronteriza. El taxista
no deja allí, y contentos (teníamos muchas ganas de ver Nepal) nos
dirigimos a la oficina de inmigración. La primera frase que nos
suelta el policía en cuestión es “que hacéis aquí, no os habéis
enterado de lo que está pasando”. Nos dice que no hay manera de
llegar por tierra a Kathmandu, que las carreteras están
completamente cerradas y que no saben cuanto puede durar esa
situación, al menos 5 días, puede que más. Nos sugirió volver a
India, pero claro, acabábamos de salir, y aunque nuestra visa es de
doble entrada, tenemos que esperar dos meses para poder volver a
entrar. Segunda opción, entrar y esperar en Kakarbhitta a que se
normalice la situación. No nos hace mucha gracia, pero volver a
India... nos dan la tercer opción y es tomar un vuelo (que a lo
mejor podemos comprar en una agencia dentro).
Tras pensarlo un poco, decidimos entrar
y ver que hacer. Cuando entramos un chico se nos acerca y nos cuenta
un poco la situación, y tras explicarle lo que queremos hacer, nos
lleva hasta la uncia agencia abierta en el pueblo (únicamente hay
una agencia y un restaurante abierto).
Una hora más tarde, tras unas cuantas llamadas, y con un poco de suerte, tenemos un vuelo para el día siguiente! Problema! No tenemos dinero, los bancos están cerrados y los ATM no tienen dinero porque no los pueden reponer. Nos indican que el gobierno Indio deja entrar para sacar dinero durante el día de hoy, así, con un chico de la agencia, salimos de Nepal y entramos de nuevo en India sin enseñar ni pasaporte ni nada de nada. 17 km más tarde, conseguimos nuestro dinero para dirigirnos rápidamente de nuevo a Nepal (después del día tan largo que llevamos no podemos sino reírnos, solo nos faltaba ya pinchar el ricksaw de vuelta y esperar que viniese otro a buscarnos).
Una hora más tarde, tras unas cuantas llamadas, y con un poco de suerte, tenemos un vuelo para el día siguiente! Problema! No tenemos dinero, los bancos están cerrados y los ATM no tienen dinero porque no los pueden reponer. Nos indican que el gobierno Indio deja entrar para sacar dinero durante el día de hoy, así, con un chico de la agencia, salimos de Nepal y entramos de nuevo en India sin enseñar ni pasaporte ni nada de nada. 17 km más tarde, conseguimos nuestro dinero para dirigirnos rápidamente de nuevo a Nepal (después del día tan largo que llevamos no podemos sino reírnos, solo nos faltaba ya pinchar el ricksaw de vuelta y esperar que viniese otro a buscarnos).
Vistas desde el avión |
Reventados, y después de comer nos
fuimos a descansar al hotel. Nos enteramos que no eramos los únicos
en esa situación. Una pareja de japoneses estaban en nuestro mismo
hotel, decidiendo aún que hacer. A la mañana siguiente nos tenían
que venir a buscar temprano para llevarnos al aeropuerto. Era un día
con huelgas convocadas, por lo que teníamos que ir en moto, cargando
con nuestras mochilas , y por un precio bastante mas elevado de lo
normal. Los motoristas no se arriesgaban, nos contaron que a muchos
les quemaban las motos si les pillaban. No está permitido el tráfico
en estos días.
Empezamos el camino por la carretera,
pero cuando llegamos a la salida del pueblo estaba cortada con
piquetes (algo que ya suponían), por lo que nos toco dar media
vuelta e ir al aeropuerto por las afueras. El paisaje que disfrutamos
fue espectacular, recordándome mucho a paisajes de Camboya, con
plantaciones de te, casitas con techos de paja.. lo malo, que no
había carretera, era un camino de tierra, y cuando lo había. Así
que con el miedo constante de que me iba a caer vencida por el peso
de la mochila, llegue, unos 45 minutos mas tarde, con los brazos y la
espalda dolorida al mini aeropuerto.
Los tramites muy sencillos, algún que
otro “guiri” más como nosotros, y sin demora volamos rumbo a
Kathmandu, un poco con la incertidumbre de como estarían las cosas
por allí.
Una vez recogidas las maletas tomamos
un taxi al Thamel, barrio mochilero de Kathmandu, y... aquí está
todo abierto, hay coches, y después de preguntar en el hotel nos
indicaron que para ese día, de momento, todo estaba bien.
Muy contentos nos vamos a descansar un
poco, hemos llegado a Kathmandu!
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