Kathmandu, segunda parte y despedida

Volvemos a Kathmandu, donde nos hemos quedado 7 noches, esperando que llegue el momento para poder emprender nuestro camino a Tibet.

Durante estos días nos hemos dedicado a descansar, pasear por sus calles, comprarnos ropa de montaña en una de las muchísimas tiendas de ropa de este tipo que hay por el Thamel, y seguir descansando. Después de tanto tiempo de viaje ya estamos “ un poco tocados” y queremos estar descansados para Tibet, puesto que gran parte del viaje va a pasar por zonas de mucha altitud (para algo se le conoce como el techo del mundo)

En el valle de Kathmandu, a modo informativo, hay dos ciudades, Batakphur y Patan de gran interés cultural, y el pueblo de Nagarkot, desde donde si el día lo permite, se pueden tener muy buenas vistas del monte Everest. Fuimos una tarde pero no tuvimos suerte. En esta temporada los cielos suelen estar bastante cubiertos debido a la llegada del monzón.

Para lo que si he aprovechado es para gastar mi primer regalo de cumpleaños (adelantado de mi compi!). Nos hemos ido a hacer puenting a un lugar situado en la frontera Nepal- Tibet.

Situado en una garganta, con el río Bhote Kosi debajo, 160 metros de altura, fue increíble.

Y estos eran nuestros planes antes de partir a Tibet, tour que por desgracia, finalmente no vamos a poder realizar.

El domingo pasado, día 29 (creo que fue este día), 3 tibetanos se suicidaron quemándose a lo bonzo en Lhasa (por lo que creo, esto no sucedía en Lhasa desde 2008). Supuestamente, durante la semana se han producido muchas detenciones en el país. Justo, pocos días después de este suceso (y sin saber nada), nuestra agencia había enviado la solicitud para que nos dieran los permisos necesarios para poder entrar. Al ocurrir lo arriba indicado, no nos lo han dado. No sabemos si cerraran o no de nuevo la frontera (hecho que sucede demasiado a menudo. Tibet es una región de China que tan sólo lleva teniendo turismo extranjero unos 8 años, de forma interrumpida por unos u otros motivos..)

Me da muchísima pena no poder ir. Como ya comente en una de las primeras entradas del blog, se trata de un lugar que sin haber visitado, ya me gustaba. Ante el primer impedimento, nos movimos por gran cantidad de agencias buscando compañeros, en foros...hicimos todo lo que estaba en nuestra mano y lo conseguimos.

Pero, como muchas veces pasa en nuestra vida diaria, hay hechos, situaciones o circunstancias que se nos escapan de nuestro control, ante las que, aunque queramos, no podemos hacer nada.

El gobierno chino no quiere dar permisos, y nosotros no podemos hacer más. Las cosas son así, a veces salen las cosas como queremos y otras no. Hay que aceptarlo.

Pasaremos los próximos días, antes de volver a casa (que por si no lo había comentado, esto ya está tocando a su fin), por Nepal. Probablemente volvamos a Pokhara, ya que la vez anterior que estuvimos aquí no la pudimos disfrutar como nos hubiese gustado.

No sé si volveré a escribir en lo que queda de viaje, o me tomaré este tiempo para mi, olvidándome un poco de las obligaciones de bloguera y las de viajera, que estar todo el día de aquí para allí buscando alojamiento, transporte... parece que no, pero también lleva lo suyo.

En los inicios del viaje, Mongolia

Gracias a todos los que me habéis seguido durante este tiempo, durante esta aventura. Y a los que me han acompañado a lo largo de ella, ya sea durantes meses, días o simplemente tomando una cerveza. Aún no soy consciente ni me imagino en que forma puede afectar (si es que afecta) está experiencia a mi vida diaria. Han pasado, justo hoy, 8 meses desde que me despedí de mi hermana y de mi abuela de la estación de autobuses de Bilbao, y realmente, me parece que fue ayer. No tengo la sensación de haber estado tanto tiempo de viaje, fuera de casa, ni tampoco se me han agotado las ganas ni las ansias de viajar (pero algún día hay que volver,no?)

Me voy con una gran cantidad de recuerdos y de vivencias innumerables, he visitado más países y ciudades de los que creo que visitare en todo lo que me queda de vida, he reído, he llorado, me he emocionado, me he desesperado....

A mi lado está la persona con la que he vivido todo esto, alguien que se ha convertido en mucho más que un simple compañero de viaje. Sin él esto no habría sido ni de lejos lo mismo. He compartido mi sueño, y gran parte de mi vida junto a él (que 24 horas al día durante más 8 meses, es mucho, pero que mucho tiempo) y formará una parte importante del resto de mi vida.

Gracias!!! Siempre nos quedarán los recuerdos de Asia y de este viaje.

Tampoco me olvido de ti, Javi Sanchez!!, otro compañero que compartió con nosotros los 3 primeros meses de viaje y que se ha convertido en un amigo. 

No sé si escribiré algo más a mi vuelta a España, si esto es un adiós o un hasta luego.... que ostias, prefiero que sea un hasta luego, nunca me han gustado las despedidas!!