Atravesando Rusia

Llevamos 4 días de viaje y aunque no hay gran cosa que hacer aquí dentro, no me está resultando nada pesado. Estoy relajada, observando el paisaje y sobre todo perdiendo la noción del tiempo, quizá debido al traqueteo del tren a tanto tiempo libre, o por realizar tantos cambios horarios. Es una sensación agradable no saber que hora es, donde estás o en que día de la semana te encuentras.
Para el que se lo pregunte, estoy en el tren que ha sido nuestra casa y medio de transporte durante estos 4 días atravesando Rusia camino a nuestro próximo destino Irkutsk.

Viajamos en un compartimento para 4 personas (kupe), pero hemos viajado sólos todo el camino.

No hemos encontrado ningún español ni europeo en todo el trayecto, y aunque nos hemos intentando comunicar con los locales en alguna ocasión con ellos, resulta realmente complicado, no hablan inglés.
La temperatura es mucho más agradable de lo que imaginaba, aunque si que se va notando que descienden las temperaturas cuanto más nos acercamos a Irkutsk.
Aunque compramos comida para traer al tren, es muy sencillo comprar durante el trayecto en las paradas un poco más largas. Hay pequeños kioskos o señoras que vienen a vender todo tipo de productos.
Recomendable probar una especie de triángulos de pan rellenos de carne o patata (por unos 25/30 rublos).

Hoy es nuestro último día de tren, pensábamos que llegábamos mañana, pero finalmente es hoy (pequeña equivocación con el billete, menos mal que nos hemos dado cuenta a tiempo), una pena la verdad, ya que no me hubiese importado nada pasar otra noche aquí y probar algún otro Vodka (algo hay que hacer por las noches), pero aquí termina esta etapa, la próxima vez que escriba será ya desde el lago Baikal.

Paka