Descubriendo Mongolia

Mongolia tiene 2.830.000 habitantes, de los cuales casi un tercio (960.000) viven en la capital, Ulan Bator. En total, casi la mitad de la población vive en las ciudades. En las zonas rurales, los asentamientos agrícolas han comenzado a reemplazar a los grupos seminómadas. Con un promedio de menos de 2 habitantes por km², Mongolia es el estado soberano con menor densidad de población en el planeta... y comienzo con esta pequeña información porque así lo he podido comprobar durante las 6 noches y los 7 días que ha durado nuestro tour por una pequeña parte de Mongolia.

Tras pegarnos el madrugón para llevar los papeles necesarios para tramitar el visado de nuestro próximo destino, China, comenzamos el viaje. Finalmente vamos mis dos compañeros de viaje con una pareja de canadienses, además del conductor y la que será nuestra cocinera.

El primer día transcurre con una larga jornada dentro del coche. Realizamos una parada para comer en medio de la nada. Y aquí es el primer momento en el que aprecio la inmensidad del paisaje. El silencio es envolvente.

Hoy no podemos visitar nada, se nos ha echado el tiempo encima. Así que nos encaminamos a buscar a la familia nómada con la que pasaremos la noche, pero.. parece que se han movido de sitio y no les encontramos! Por lo que nos pasamos más de una hora dando vueltas con el coche en la oscuridad más absoluta en su búsqueda.

Les encontramos después de cenar nos disponemos a pasar la primera noche en un ger y a apreciar un cielo completamente despejado, lleno de estrellas y constelaciones. Nunca había visto un cielo tan bonito, y aunque será muy típico, es increíble lo pequeño que te sientes al mirarlo.

Por la mañana vemos a parte de la familia. Entre ellos hay dos niños.Uno de ellos pensabamos que era una niña, ya que llevaba el pelo largo. Nos contaron que el motivo es que hasta que no cumplen 3 años no se les corta el pelo.

El segundo día, a primera hora, fuimos a visitar las formaciones rocosas que no pudimos ver el día anterior , y vuelta al coche, donde nos espera un largo camino hasta Tsagaan suvargab donde hace mucho tiempo había mar, y que tras secarse dejo el paisaje que hoy podemos apreciar.

Formaciones rocosas

Tsagaan suvargab

En el coche no hay gran cosa que hacer, el tiempo transcurre charlando un poco con los compañeros, intentando dormir (cosa bastante complicada, ya que el coche no para de moverse) y observando el paisaje. Estepa y más estepa. Se podría comparar con el mar. El cielo azul enmarca un fondo del que no se puede apreciar el final. Los espacios son infinitos. Realmente es sobrecogedor. Y relajante, muy relajante. Las horas aquí pasan de otra forma. Todo es más lento, más calmado. Y el cuerpo se relaja, pero los sentidos están muy despiertos.

El tercer estuvimos en una pequeña población, por llamarla de algún modo, Dalanzadgad. Gracias a nuestra cocinera pudimos ver tocar a dos niñas el instrumento típico mongol, un violín de dos cuerdas llamado morin khuur. Parece complicado tocarlo y la verdad es que lo hacían muy bien.

El cuarto día, después de desayunar, como siempre, reanudamos la marcha. Después de varias horas de coche llegamos al primer destino del día Ice Valley. Se trata de un valle con montañas que donde siempre hay hielo, exceptuando dos meses al año, que coinciden con el verano.

Ice Valley

Continuamos nuestro camino por este inmenso país para llegar a uno de los lugares que más ganas tenía de ver, el desierto del Gobi. Es sorprendente los cambios de temperatura que se pueden experimentar en un mismo día. Puedes pasar de estar con sol y una temperatura agradable durante el día, a, como nos paso aquí, tener que ponerte la ropa térmica para no congelarte.

Nuestro ger se encuentra muy cerca del desierto y vamos a visitarlo montados en camellos.

La sensación que se tiene en el desierto es difícil de explicar. Hace mucho frío. Soplaba el viento, por lo que la arena venía por todos lados. Pero la imagen es única.

Acaba la visita al desierto volvemos a nuestro ger. La familia es encantadora. El señor intenta comunicarse con nosotros. Nos dan a probar leche de camello, que no me gusto nada, es muy fuerte y a mi personalmente me supo fatal. También nos dieron a probar tabaco para esnifar. Y esta noche, y por primera vez, cenamos todos juntos con la familia en su ger, y tras la cena nos enseñan a jugar un juego típico mongol con huesos de cabra!Que por cierto, casi gano!

Esta noche nos vamos muy prontito a la cama, hace mucho frío y de lo único que hay ganas es de meterse en el saco para entrar en calor.

Comienza el quinto día. La dinámica siempre es la misma, nos levantamos entre las 7 y las 8, desayunamos y al coche. Pero hoy no vamos a poder hacer las visitas que teníamos previstas. Cuando llevamos unas dos horas de trayecto, se nos estropea el palier del coche! Así que, tiene que venir un coche a buscarnos y a remolcarnos hasta unos ger cercanos, donde nos quedamos todo el día, ya que sin esta pieza no podemos continuar. Al día siguiente por la tarde nos viene a buscar otro conductor para comenzar la vuelta hacia Ulan Bator. Es lo que tiene la aventura. Lo que no se es como no nos paso antes nada, porque estos coches tienen por lo menos 20 años, pero es impresionante lo que aguantan las ruedas. Da igual que sea un terreno de piedra, de tierra, que tenga nieve... pasa por cualquier sitio.

Nos quedamos sin coche...

Esta noche, y como vamos con un poco de retraso, no nos da tiempo a llegar al lugar donde se encuentra la familia con la que tenemos que dormir. Por lo que tras varias llamadas, y una cena en un “bar” de una población en medio de dios sabe donde, nos alojan en un ger que nos deja una familia y donde tenemos que dormir todos juntos, con cocinera, conductor.. un total de 8 personas.

Ya nos despertamos el ultimo idía y toca volver. Paramos a ver la Zorgol mountain, que es un sitio muy venerado y respetado por la población local. Muchas horas después llegamos a nuestro hostal de Ulan Bator, donde nos espera por fin una ducha y un baño (porque lo mas parecido a un baño que hemos tenido estos días ha sido una especie de caseta con 4 tablas de madera y agujero en el suelo)

Y así termina nuestro recorrido por estas tierras de parajes infinitos, gente amable, silencio, calma y grandes contrastes.

Ya un poco mas descansados, recogemos el visado que nos llevará a cambiar de nuevo de país.

Nos sumergiremos en China durante casi dos meses. Esperemos que no tenga problemas para actualizar el blog.

Un saludo a todos