Bangkok

Bangkok es la ciudad que podría considerarse la puerta de entrada al sudeste asiático, debido a que dispone de la gran mayor parte de los vuelos más económicos.

En ella se puede encontrar una gran diversidad de entretenimientos.

La ciudad se divide principalmente en dos partes, la ciudad antigua, en la zona de Banglamphu, y la nueva.

Elegimos esta primera para alojarnos, ya que ademas es el lugar en el que se encuentran la mayor parte de los templos. 

Wat Traimit

El Wat Traimit alberga un Buda de oro de 3 metros de altura, donde es fácil ver a la gente local rezando.

El Wat Phra Kaew, o, como es más conocido, el templo del Buda esmeralda, es una belleza arquitectónica, con sus paredes recubiertas por mosaicos y rodeado de stupas doradas. Ademas alberga uno de los budas más famosos de Thailandia, el Buda Esmeralda, que está situado en la capilla principal. En los alrededores se puede visitar también el Gran Palacio (aunque sólo el exterior), que es la antigua residencia real.

Wat Phra Kaew

Otro de los grandes atractivos de la ciudad son las compras. En la zona antigua, el gueto mochilero de Khao San y los alrededores se llenan de tiendas y puestos callejeros tanto de comida como de ropa.

Otra zona de compras es el mercado nocturno de Patpong, donde no sólo se pueden comprar una gran variedad de artículos como relojes, camisetas... sino donde también se puede acudir a uno de los famosos espectáculos eróticos o shows de ping pong que te van ofreciendo cada dos pasos que das.

Mercado de Patpong

Pero si algún mercado se lleva la palma, ese es el mercado de Chatuchak. Cientos de puestos lo componen, pero sólo es posible visitarlo los fines de semana. Animales, souvenirs, ropa, artesanía... cualquier cosa que se pueda necesitar es posible encontrarla aquí.

Siam Square, situada en la zona nueva de la ciudad, está repleta de centros comerciales, entre ellos el MBK, uno de los centros comerciales más grandes del mundo con 7 pisos y cualquier producto que se pueda necesitar.

Tampoco nos podíamos ir de aquí sin ver un combate de Muay Thai. Antes de comenzar el combate realizan una especie de ritual y durante el mismo se oye una musiquilla de fondo que tocan en directo que, mezclada con los gritos del publico, crea una atmósfera envolvente. 

Lumphini

Después de todo esto, nos acercamos hasta uno de los pulmones de la ciudad, el Parque Lumphini, donde ademas de relajarte un poco y descansar del caos de la ciudad, se puede contemplar una especie de lagartos gigantes.

Debido a que la visa India que estábamos tramitando tardo un poco más de lo que pensábamos, aprovechamos para visitar la cascada de Erawan, situada en el parque nacional con el mismo nombre y que está compuesta por 7 saltos y aguas azul turquesa y un zoo safari bastante curioso, las girafas se meten literalmente en el autobús.

 

Cascada de Erawan

Tras 7 días intensos, con la visita de mi hermana que nos ha acompañado durante toda nuestra aventura por este país, dejamos Bangkok. La vida sigue allí con sus puestos, sus olores, los turistas que van y que vienen, sus calles abarrotadas, sus rascacielos, sus templos... Bangkok es y seguirá siendo una ciudad dinámica y con una gran diversidad.