Chiang Mai

Situada en el norte de Thailandia, es una ciudad donde no tienes tiempo de aburrirte. Repleta de monjes que colorean sus calles y con una gran variedad de actividades, es un lugar perfecto para descansar ademas de para empaparse un poco de la cultura Thai.

En el casco antiguo, al que se accede a través de los restos de su antigua muralla, se encuentran muchas de las atracciones de la ciudad. Está repleto de wats que visitar. Entre los más destacados se encuentran el Wat Phra Singh, que alberga la principal imagen de Buda de la ciudad y que fue construido en 1345. Otro es el Wat Phan Tao, diferente a muchos de los que he visto hasta el momento, ya que está completamente construido en paneles de teca.

Wat Phra Singh

También es un paraíso para las compras. Todos los días, a partir de las 6 de la tarde, empiezan a montar los puestos ambulantes del bazar nocturno, que ocupa varias calles, y que también dispone de puestos fijos en edificios.

Por otro lado, todos los fines de semana es posible seguir realizando compras en las “walking street” que habilitan para tal efecto. La calle de Wualai y la de Ratchdamnoen se cierran al trafico los sábados y domingos respectivamente para convertirse en calles peatonales llenas de diferentes puestos de comidas, bebidas, ropas, bolsos, souvenirs... Los colores y los olores se mezclan con los sonidos de los músicos callejeros que esperan ganar unas monedas, así como con el vaivén constante de gente, que, en más de una ocasión, hace difícil el paso.

Hay infinidad de ofertas para realizar cursos de masajes o de cocina . Nosotros nos animamos y elegimos este ultimo, que es uno de los que más éxito tiene. Después de realizar una visitar al mercado del barrio, nos enseñaron a preparar seis platos típicos del país.

Y por ultimo, en los alrededores hay gran cantidad de granjas de diferentes animales, así como un centro de tigres, llamado Tiger Kingdom, donde tuvimos la posibilidad de tocar y fotografiarnos con estos increíbles felinos. Sin duda, una experiencia única.