De Hué a Hoi an y cambio de año!

Tras los días de descanso en Cat Ba, 15 horas después y con la espalda un poco dolorida, llegamos a Hue.

Se trata de una ciudad situada en el centro de Vietnam y llena de historia. Capital imperial durante más de 100 años, dispone de una ciudadela que merece la pena visitar. En el centro de la ciudadela se encuentra la Ciudad Prohibida Purpura, la que fue la residencia privada del emperador.

Para recorrer la ciudadela contratamos una especie de carro, que lo iba tirando un señor muy simpático con una bici. Ademas de darnos vueltas por esta zona antigua, nos llevó a un recinto donde tenían tanques, tanto vietnamitas como estadounidenses, de la famosa guerra de Vietnam. Nos preguntamos, para nosotros mismos, cual seria la opinión que tendría el hombre de los americanos respecto a la guerra, y sin preguntarle, lo único que nos dijo al abandonar el lugar fue “american no good”. Solo tres palabras, pero no podía haber sido mas claro.

Tanque vietnamita

El segundo día contratamos un tour, que nos llevó por el río Song Huong (río del perfume) donde pudimos ver una gran cantidad de barcas, pertenecientes a miembros de una población pesquera que, para ganar más dinero, también recogen arena.

Barcos recogiendo arena

Casa vietnamita

Durante el tour realizando varias paradas. La primera parada fue en una casa típica vietnamita. La casa se compone en la entrada de una pared de piedra con ventanas para evitar que pasen los espíritus. Por si lo consiguen pasar, justo delante de la casa hay un estanque con agua (en las casas más pequeñas o que no se pueden permitir tener un estanque, ponen un espejo en la entrada) para que al pasar los espíritus y no verse reflejados se den cuenta de que no pertenecen a este mundo y se vayan. Y por ultimo está la casa propiamente dicha. Se compone de tres estancias, los dormitorios a los lados y una estancia central.

La segunda parada fue para ver una pagoda y un templo dedicado a la felicidad. Aquí nuestro guía nos contó otra historia (una de las muchas que nos contó este día, mucho mas interesantes que cualquier monumento que se pueda visitar y que no te cuentan en las guías de viajes, y, sin duda, lo mas interesante del tour) relacionada con este templo.

Nos contó que Vietnam se encuentra entre los 40 países más pobres del mundo, pero que su población está entre las 4 más felices. Y esto se debe a que tienen otra filosofía de vida. En occidente siempre estamos preocupados por tener más, si cobramos 1000 euros, pensamos que una vez cobremos 2000 seremos felices, pero cuando llega ese momento queremos 3000, por lo que nunca estamos conformes. Ellos no tienen mucho, pero saben apreciarlo. Y para nada se compadecen de su situación, miran hacia el futuro, por supuesto, pero valoran lo que tienen, y son felices con ello. Y esto me dio que pensar. Por desgracia nos pasa, y no solo con el dinero, eso era un ejemplo muy simple. Muchas veces sólo cuando la vida nos pone duras pruebas somos capaces de darnos cuenta de lo que tenemos y de lo afortunados que somos (sobre todo cuando lo perdemos) , y sólo entonces apreciamos esos pequeños detalles, que son a fin de cuentas los que dan la felicidad, y vemos la vida con otros ojos (algo que viajar también te da) , en lugar de pensar lo que nos gustaría tener, lo felices que seriamos con esto o con lo otro. En definitiva, mirar de forma positiva lo que se tiene. Pero claro, llegar a asimilar de forma natural esta filosofía no es fácil y “reeducar” la mente para poder verlo tampoco. Pero por lo menos da que pensar!

Por ultimo, paramos en tres tumbas de emperadores que se encuentran cercanas a la ciudad. Nosotros únicamente realizamos la visita a dos de ellas, muy diferentes entre sí. Una, situada en una colina, la otra, integrada en su entorno, rodeada de arboles y naturaleza por doquier.

Durante la espera en la tercera, dedicamos el tiempo a visitar los alrededores. Casas en los bordes de un camino repleto de arboles y bufalos de agua fueron algunas de las cosas que pudimos ver.

Abandonamos Hue y nos dirigimos a Hoi an, donde pasaremos el fin de año.

Sin duda es la ciudad con más encanto en la que he estado hasta el momento en este país. Resulta fácil imaginar la vida de los vietnamitas en este lugar hace 30 años. Parece que el tiempo se ha detenido en este pedazo de tierra. Recorrer a pie o a bici su casco antiguo, situado junto al río es una delicia, y en ocasiones, y con mucho trafico, una locura.

El puente japones, que se sitúa en su casco antiguo, sus casas de colores, el mercado central, la tranquilidad y la amabilidad de sus gentes hace de este lugar un sitio imprescindible para cualquiera que visite Vietnam.

Uno de los motivos por los que es mas conocida Hoi an es por sus sastres, y mas concretamente por las tiendas que realizan cualquier prenda de ropa a medida. Antes de venir imaginaba que encontraríamos alguna tienda de este tipo, pero es que, todas, absolutamente todas las tiendas, si algo no te vale, te lo hacen a medida. Ropa, zapatos... un placer para cualquiera al que le guste las compras!

Y para despedir el año no podíamos haber elegido un lugar mejor en Vietnam. La cena, en el hotel, rodeados de gente de todo el mundo, australianos, canadienses, argentinos... fue completa y los espectáculos, entretenidos. Ademas nos toco uno de los 3 premios que sortearon, así que la ultima cena en el hotel, nos salio gratis! Y para ser un lugar tan tranquilo, encontramos un bar en el que pudimos celebrar la entrada de año durante unas horas junto con una pareja de argentinos que conocimos durante la cena en el hotel. Por si lo leéis, un placer coincidir con vosotros en este maravilloso lugar y por las charlas que compartimos. Espero que tengáis un viaje estupendo y que nos volvamos a ver en otra parte del mundo!

Después de recoger las compras realizadas y tras dar un último paseo nos vamos de este lugar que tan buen sabor de boca me ha dejado. Lo único malo, que he sido atacada por una mutación de mosquitos inmunes a los repelentes, que me han dejado los brazos y las piernas con unas marquitas preciosas y con unos picores muy agradables.