El principal motivo por el que los
viajeros llegan hasta esta remota población, es por la cercanía de
la misma con el templo Karni Mata.
¿Veis la blanca? |
Así, las ratas son veneradas en este
lugar, al que hay que entrar descalzo. Tienen cuencos con leche,
cocos y hay quien las trae más comida. No se si sera porque en el
momento en que fuimos ya hacia mucho calor en la zona, pero para ser
tan veneradas parece que la gran mayoría están a punto de morir.
También, parece ser, que hay dos o tres ratas blancas entre la
multitud de ratas negras que hay en el templo, y que al que pueda ver
una de ellas, le traerá suerte.
Mucha gente peregrina a este templo y
no todos tienen la suerte de verla. Nosotros, sin buscarla, estábamos
entretenidos sacando fotos a uno de los cuencos de leche repletos de
ratas y ella sola se acerco a beber en el mismo. Rápidamente, gran
cantidad de hindúes se empezaron a acercar y a señalar a la rata
blanca. La habíamos visto!
Interior del fuerte |
Los otros puntos interesantes de la
ciudad son su fuerte, Junagarh, diferente a los que habíamos visto
hasta ahora por el hecho de que este, en lugar de encontrarse
edificado en una colina, se construyó a ras del suelo de la ciudad.
Con salones muchos más coloridos que en los anteriores, la audio
guía llega a cansar un poco.
No hay que perderse tampoco las
callejuelas de su casco antiguo, situado junto a la estación de
tren, donde se puede ver la vida diaria de la gente de la ciudad.
Poco más que decir de esta población,
que esperemos que sea cierto y la rata blanca nos traiga buena
suerte!
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